El uso de sustancias como el alcohol, tabaco y drogas ilícitas, son un problema de salud pública, debido a su alta prevalencia y su impacto en la calidad de vida. Los efectos asociados con el abuso del consumo de estas sustancias en relación con la salud en general son ampliamente conocidos, al igual que en la cavidad bucal. Sin embargo, las consecuencias que producen sobre el movimiento dental ortodóncico, no han sido totalmente definidas. El objetivo de esta investigación es estudiar las consecuencias del consumo de alcohol, cigarrillo y drogas psicotrópicas a nivel biológico en la cavidad bucal y la manera en que influyen sobre el tratamiento de ortodoncia. Materiales y Métodos: se realizó una revisión bibliográfica que incluyó la búsqueda y análisis de 24 artículos indexados en revistas científicas, empleando como buscadores: PubMed y Google Académico entre los años 2017 - 2021. Conclusiones: El alcohol puede producir efectos negativos en la densidad del hueso alveolar, sin embargo, no afecta de forma significativa a los fibroblastos, aunque la exposición leve como crónica de alcohol puede influir en el movimiento dental de ortodoncia. La exposición a la nicotina modifica la función de algunas células y el metabolismo óseo con efectos potenciales sobre la tasa de movimiento de los dientes en ortodoncia. El efecto directo de las drogas psicotrópicas, no ha sido evidenciado directamente en la búsqueda bibliográfica para esta investigación.
Palabras clave: Ortodoncia, Tratamiento Ortodóncico, Nicotina, Alcohol, Hueso, Drogas Recreativas, Drogas Ilícitas, Movimiento Dental Ortodóncico.
The use of substances such as alcohol, tobacco, and illicit drugs are a public health problem, due to their high prevalence and their impact on quality of life. The effects associated with the abuse of the consumption of these substances in relation to general health are widely known, as in the oral cavity. However, the consequences they produce on orthodontic tooth movement have not been fully defined. The objective of this research is to study the biological consequences of the consumption of alcohol, cigarettes and psychotropic drugs in the oral cavity and the way in which they influence orthodontic treatment. Materials and Methods: a bibliographic review was carried out that included the search and analysis of 24 articles indexed in scientific journals, using as search engines: PubMed and Google Scholar between the years 2017 - 2021. Conclusions: Alcohol can produce negative effects on the density of the Alveolar bone, however, does not significantly affect fibroblasts, although mild and chronic alcohol exposure can influence orthodontic tooth movement. Exposure to nicotine modifies some cells function and bone metabolism with potential effects on the rate of tooth movement in orthodontics. The direct effect of psychotropic drugs has not been directly evidenced in the literature search for this research.
Key words: Orthodontics, Orthodontic Treatment, Nicotine, Alcohol, Bone, Recreational Drugs, Illicit Drugs, Orthodontic Tooth Movement.
El consumo de sustancias recreativas es un problema de salud pública. La ingesta de alcohol y el abuso de nicotina ocupan el primer y el tercer lugar entre las causas prevenibles de muerte en los Estados Unidos, respectivamente. Estas sustancias son responsables de más de 480.000 muertes por año.1 La Organización Mundial de la Salud en el año 2018, describe que unas 2.300 millones personas son ingieren bebidas alcohólicas a nivel mundial, y más de la mitad de la población consume alcohol en América, Europa y la región del Pacífico Occidental.2 Aproximadamente, 5.000 muertes relacionadas con las drogas psicotrópicas se registran anualmente solo en América Latina y el Caribe.3
Se ha considerado que el consumo de drogas ilícitas, tabaco y alcohol es un problema social importante debido a que presenta una alta prevalencia y el inicio de su consumo es cada vez en edades más tempranas.4 Los efectos asociados con el abuso de estas sustancias en relación con la salud en general son ampliamente conocidos, al igual que en la cavidad bucal. Sin embargo, las consecuencias que producen sobre el movimiento dental ortodóncico (MDO), no han sido totalmente definidas.3
Es importante que el especialista en ortodoncia conozca la influencia del consumo de las sustancias que se han incluido en la investigación ya que la prevalencia de pacientes con este tipo de hábitos nocivos, es elevada.
Se debe recalcar también que un alto porcentaje de los individuos que requieren tratamiento de ortodoncia son adolescentes y adultos jóvenes. Específicamente en estos casos, es común que en la anamnesis los pacientes prefieran negar el consumo de estas sustancias por temor a ser juzgados o descubiertos por sus familiares. Por este motivo, el objetivo de esta investigación es estudiar las consecuencias del consumo de alcohol, cigarrillo y drogas psicotrópicas a nivel biológico en la cavidad bucal y la manera en que influyen sobre el tratamiento de ortodoncia.
El alcohol etílico o etanol, es el componente principal. Es una droga legal que está presente en diversas bebidas utilizadas alrededor de todo el mundo.5
El consumo de alcohol es un problema de salud pública cada vez mayor, reconocido como uno de los principales factores de riesgo de muerte, enfermedad y lesión en todo el mundo2. El abuso del alcohol se destaca en las poblaciones de adolescentes y adultos jóvenes que mantienen prácticas peligrosas de su consumo.6 El alcohol se encuentra asociado con varias condiciones patológicas, desde trastornos mentales hasta alteraciones orgánicas.5
El movimiento dental de ortodoncia se caracteriza por la remodelación del hueso alveolar en respuesta a la fuerza ortodóncica. Este proceso se basa en resorción ósea mediada por osteoclastos en el lado de presión; y por formación de hueso llevada a cabo por osteoblastos en el lado de tensión.2 Se cree que este proceso se puede ver afectado de manera significativa.
La ingesta de alcohol conduce a la destrucción ósea pudiendo afectar el tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, se tiene poca información sobre el papel potencial de las condiciones oxidativas inducidas por la ingesta de etanol como posible retroceso para el tratamiento ortodóncico en adultos.5
El consumo de etanol se ha considerado un factor que aumenta la pérdida de hueso alveolar, especialmente en casos de alta dosis. Los efectos nocivos del etanol en la cavidad bucal parecen ser proporcionales a la exposición al alcohol, la formación de cemento y la reducción de la actividad osteoblástica se han mencionado entre las alteraciones relacionadas a su consumo.7
Los fibroblastos constituyen la principal población celular dentro del ligamento periodontal (LPD). Estos responden a la aparatología ortodóncica, que mediante un proceso químico induce a la transformación del LPD para el movimiento ortodóncico.8
La ingesta de alcohol puede involuntariamente inhibir el movimiento dental. Sin embargo, el efecto del etanol sobre los fibroblastos del LPD el movimiento dental de ortodoncia no ha sido aclarado.8
Se tiene poca información sobre el alcohol y su influencia sobre el MDO. Una razón importante para explicar esta falta de evidencia es la existencia de diversos factores relacionados con el alcoholismo, como lo son: la deficiencia de vitaminas, el abuso de otras drogas, el tabaquismo, el cuidado bucal deficiente, lesiones de caries, entre otros.5 Según Araujo6, en la práctica clínica de la ortodoncia, la prevalencia de pacientes fumadores y bebedores de alcohol es de 26% en adultos y 12% en adolescentes.6
Todos estos elementos pueden perjudicar la identificación de factores concretos exclusivamente relacionados al etanol y su respuesta en la cavidad bucal.5
A pesar de que en los últimos años ha disminuido el consumo de tabaco a nivel mundial, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 1.300 millones de personas consumen tabaco de una u otra forma y una cuarta parte de la población mundial mayor de 15 años son consumidores de tabaco. En la actualidad, muchas personas buscan tratamiento ortodóncico; éstos pueden ser consumidores de productos relacionados con el tabaco y ser dependientes de la nicotina.9
El tabaco se deriva de dos especies principales: Nicotiana tabacum y Nicotiana rustica. El ingrediente más importante de las hojas de estas plantas es la nicotina, un alcaloide volátil.10 El humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias con importantes consecuencias negativas para la salud. La nicotina es una de las drogas más adictivas y estimulantes que afecta a todos los órganos; se une a un receptor del sistema nervioso central aumentando los niveles de dopamina en el cerebro y conduciendo a efectos psicológicos y adictivos a largo plazo.9,10,11,12 Ha sido identificada como la promotora más importante de las enfermedades inducidas por el tabaco con efectos patógenos sobre el periodonto, cambios implicados en la mucosa oral que conducen no solo a malignidad epitelial sino también a periodontitis y aumento de pérdidas dentarias. Sus efectos son acumulativos, lo que indica que fumar puede tener impacto directamente en la arquitectura y la calidad del tejido óseo.9,13
La mayoría de los datos actualmente disponibles con respecto al uso del tabaco y la aplicación de tratamiento ortodóncico, se relacionan con estudios experimentales en ratas.9 El hueso alveolar en estos roedores, es generalmente más denso que en los seres humanos y los cambios en sus tejidos durante la ortodoncia parecen ser más rápidos que en los humanos, aunque los principales mecanismos son los mismos. A pesar de estas diferencias, las ratas se consideran un modelo bien definido, estandarizado y reproducible en un sistema de fuerza.13
Sanjay9, en sus estudios basados en modelos animales, dice que la exposición a la nicotina modifica la función de las células y el metabolismo óseo con efectos potenciales sobre la tasa de movimiento de los dientes en ortodoncia. Tiene un efecto negativo sobre la remodelación ósea a través de un aumento de citocinas implicadas en la resorción ósea, y el estrés oxidativo que inducen la osteoclastogénesis e inhiben la diferenciación de osteoblastos, lo que conduce a una disminución de la densidad ósea.9,13
En las revisiones del estudio animal de Lee13, se consiguió que la nicotina en concentraciones dosis-dependiente causa pérdida ósea en áreas de la furca, incluso en ratas con un periodonto sano, y mostró efectos adversos sobre la histomorfología del hueso trabecular de forma dependiente del tiempo. En contraparte, los hallazgos de su estudio sugieren que la nicotina no afecta al movimiento dental en ortodoncia y la remodelación ósea; explicando que hubo cambios fluctuantes durante el período de observación en los grupos que pueden estar asociados con los efectos bifásicos de la nicotina sobre la proliferación celular, tanto en osteoblastos como en osteoclastos; pueden ser tóxicos y antiproliferativos a dosis altas y efectos estimulantes a dosis muy bajas.13
Kirschneck11, en sus trabajos experimentales sobre ratas, menciona que, en algunos casos, la actividad de los osteoclastos durante el MDO también se vuelve contra el propio diente, causando resorciones inflamatorias de las raíces dentales inducidas por ortodoncia (OIIRR); que son un efecto secundario bastante frecuente e impredecible durante el tratamiento de ortodoncia de diversa gravedad. El MDO en pacientes que consumen nicotina es significativamente acelerado asociado a OIIRR no deseado, así como actividad exponencial e inflamación de los osteoclastos subyacentes dentro del LPD. Akinkugbeet y cols.11, demostraron que la exposición al humo de tabaco ambiental (HTA) se asocia con periodontitis; como resultado, incluso los no fumadores pueden estar en riesgo de incurrir en efectos nocivos asociados a la nicotina con respecto a sus dientes, el periodonto y por lo tanto el tratamiento de ortodoncia.
Otras consideraciones del tratamiento en fumadores incluyen las tasas de éxito de minitornillos más bajas y los efectos potenciales sobre la unión y resistencia al desalojo. Por lo tanto, la mala higiene bucal y el tabaquismo son factores relacionados con el paciente que reducen la tasa de estabilidad en boca de los minitornillos.9,14
Como se mencionó, el tabaco es una planta cuyas hojas son preparadas y consumidas de diferentes maneras, ya sean fumadas, aspiradas, inhaladas, masticadas o disueltas en la cavidad bucal. Bajo esta forma se encuentra el chimó, también conocido como tabaco sin humo, tabaco no respirado, tabaco negro o tabaco de mascar. El chimó es una pasta suave, viscosa y oscura que contiene nicotina en su composición. Es colocado en la boca para ser frotado contra los dientes, las encías o la lengua. Produce una fuerte salivación, que provoca que el consumidor tenga la necesidad de escupir con frecuencia, su consumo se ha asociado a creencias culturales y en los últimos tiempos a ansiedad y estrés.15
Febres15, confirma que en la actualidad se ha incrementado significativamente el consumo del chimó, convirtiéndose en un problema de Salud Pública en Venezuela; sabiendo que su uso es perjudicial para el organismo, inclusive para los tejidos bucales. Sus efectos se pueden dividir en dos grandes categorías: las que afectan a los tejidos duros -que incluyen los dientes y sus tejidos de soporte-, y los tejidos blandos de la cavidad bucal; observándose cambios citológicos importantes, aún en zonas sin lesiones clínicas aparentes. El mismo autor, en su estudio in vitro, simuló condiciones bucales normales, y los resultados evidenciaron que el chimó produce pérdida de la superficie del esmalte. El tabaco sin humo puede contener también metales nocivos como el arsénico. Un reciente estudio indica que la concentración de arsénico fue significativamente mayor en muestras de sangre y cabello de los pacientes que mascan tabaco en comparación con los controles.10,15
Por otro lado, a diferencia de los cigarrillos, el uso de cigarrillos electrónicos (E-cigarrillos), ha ido creciendo sustancialmente durante la última década, y se debe a su promoción como una alternativa más “segura” a los cigarrillos y como alternativa para dejar de fumar. Sin duda, esto representa una reducción de los daños que produce en el cuerpo en comparación con los cigarrillos. Sin embargo, tras su uso, los pacientes pueden estar expuestos a altas dosis de nicotina además de otros compuestos, incluidos los aromatizantes, las partículas metálicas y los compuestos carbonílicos, especialmente en el tejido óseo. La amplia variedad de líquidos aromatizantes de los E-cigarrillos disponibles para el consumo, es un factor que contribuye al aumento de la popularidad de su uso, especialmente entre jóvenes y no fumadores.16
Actualmente, hay limitaciones de regulación y control de calidad de compuestos aromatizantes que podrían traer una serie de efectos nocivos directos, incluida la reducción de la viabilidad celular y aumento de la producción citocinas proinflamatorias, y hasta ahora las investigaciones sobre el impacto del uso de E-cigarrillos en el tejido óseo, fisiología y particularmente durante períodos de tiempo prolongados han sido limitadas.16
Los estudios de Goniewicz12, sugieren que el uso exclusivo de E-cigarrillos da como resultado que, las concentraciones de los biomarcadores de nicotina y las sustancias tóxicas, sean mucho más bajas comparadas con el uso del tabaco. Los usuarios duales exhibieron concentraciones más altas en casi todos los biomarcadores en comparación con los fumadores de cigarrillos solamente. La experiencia de los pacientes con dispositivos específicos, y sus características, interactúan con respecto a la exposición a la nicotina y a las sustancias tóxicas, por lo que se necesitan más investigaciones que reflejen el uso de los E-cigarrillos de nueva generación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido el término droga de abuso como una sustancia utilizada con fines no médicos con efectos psicoactivos, capaz de autoadministrarse, que puede resultar en cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia y el comportamiento3. El uso de drogas ilícitas es un problema mundial de salud pública17. Diversos estudios epidemiológicos han demostrado que el uso de las mismas es persistente y creciente en la sociedad; presentando una alta prevalencia y el inicio de su consumo en edades cada vez más tempranas.4,18
En la literatura, los efectos adversos en la cavidad bucal -asociados con el consumo de drogas ilícitas- están bien establecidos.17 Se incluyen el aumento de la prevalencia de lesiones de caries, cambios en la mucosa, alteraciones en el flujo salival, erosión del esmalte, lesiones dentales traumáticas y abrasión, caries atípicas y pérdida de dientes; alteraciones que se han asociado principalmente con el tipo de droga y la duración del consumo. Con respecto a sus efectos sobre el periodonto, hay poca evidencia científica disponible. Sin embargo, debido a la gran cantidad de efectos sistémicos inducidos por estas drogas, algunos autores describen como razonable que su uso o abuso a largo plazo tenga un efecto negativo en el periodonto. Además, el consumo crónico puede desencadenar una dieta deficiente o malnutrición, lo que puede repercutir negativamente en los tejidos periodontales.3,4,19
Es importante que el ortodoncista conozca los efectos adversos producidos por este tipo de drogas en la cavidad bucal, para entender las consecuencias que pudiesen generar a nivel biológico y la manera en que influyen sobre el tratamiento ortodóncico. Se describen a continuación las drogas ilícitas más comunes, su mecanismo de acción y efectos sobre los tejidos bucales:
El cannabis, la droga recreativa más utilizada en todo el mundo. Se extrae de la planta Cannabis sativa. La planta contiene más de 60 cannabinoides, de los cuales el delta-9 tetrahidro-cannabinol (THC) es el más abundante y el principal responsable de los efectos psicoactivos. Tiene principalmente tres formas en su consumo recreacional, y cada una de ellas una concentración de THC distinta: la marihuana, el hachís y el aceite de hachís. La marihuana se compone de las flores secas y las hojas; y contiene entre 0,5-5% de THC. El hachís tiene alrededor de 2-20% de THC y está formado por las cabezas de las flores comprimidas con resina. El aceite de hachís se extrae del hachís y es el que presenta mayor concentración de THC, entre 15-50%.17
Implicaciones bucales:
Tejidos blandos: Teoh y cols.17, analizaron un estudio que tenía como objetivo determinar los efectos del consumo de cannabis en los tejidos blandos orales; y mostró que el 69,6% de los consumidores experimentaron xerostomía casi inmediatamente después de la administración de cannabis. El aumento de la prevalencia de la candidiasis en los consumidores se postuló en el mismo estudio; como una posible consecuencia de la combinación de una mala higiene dental, factores nutricionales insatisfactorios y el consumo de cannabis.17
La anfetamina, metanfetamina y la cocaína son estimulantes profundos del sistema nervioso central (SNC) que producen euforia, alerta, confusión, exceso de energía y una mayor confianza en el individuo que la consume.18
Implicaciones bucales:
Se sabe muy poco sobre su efecto en los tejidos periodontales. Sin embargo, al ser un derivado de la metanfetamina, se esperan efectos similares al consumo de la misma.19
La heroína, también conocida como diacetilmorfina, es un opioide semisintético derivado de la morfina. Los opioides causan efectos de analgesia, euforia, estreñimiento, sedación, depresión respiratoria, náuseas y miosis.17
Implicaciones bucales:
La dietilamida del ácido lisérgico (LSD), puede distorsionar la percepción general de la realidad. A diferencia de muchas otras drogas ilícitas, los alucinógenos no parecen inducir dependencia física. Aunque las psicosis graves pueden resultar de un consumo excesivo, estos fármacos no parecen tener el mismo nivel de efectos secundarios físicos adversos que los estimulantes y los opioides. En su investigación, Hughes y cols.19, reportaron que no se presentaban efectos adversos del uso de alucinógenos en el periodonto.
Desomorfina: también conocida como “Krokodil” es un sustituto casero económico y eficaz de la heroína.20
Implicaciones bucales:
La evidencia recolectada demuestra diferencias importantes en la literatura con respecto a la influencia del consumo de alcohol durante el tratamiento de ortodoncia.
De forma general, dos estudios en animales, realizados por Sarocka y cols -en los años 201822 y 201923- demostraron que, en ratones, el consumo de alcohol produce efectos negativos en la microestructura del tejido óseo.
Barcia y cols.5, en su estudio defienden que tanto la exposición leve como crónica de alcohol, influye en el MDO. Exponen que en el lado de tensión se inhibe la osteoclastogénesis, y en el de presión, aumenta la resorción ósea durante el metabolismo del etanol; trayendo como consecuencia un movimiento dental acelerado, pero inestable. Schröder y cols.8, obtuvieron resultados similares en su investigación sobre el efecto del etanol en los fibroblastos del ligamento periodontal. Observaron que el consumo de esta sustancia no afecta de forma significativa a los fibroblastos; sin embargo, influye sobre el movimiento dental aumentando la angiogénesis alveolar, la osteoclastogénesis y la pérdida ósea durante el MDO.
Un quinto estudio -realizado por Ribeiro y cols.7- confirmó también esta influencia. En este último, se evidenció que un consumo alto y frecuente de alcohol, altera la calidad y densidad del hueso alveolar.
En contraparte, tres estudios presentaron resultados diferentes. En uno de ellos, Yang y cols.2, concluyeron que el movimiento dental y la resorción radicular no fueron afectados por la exposición excesiva de alcohol. Los otros dos estudios evaluaron la influencia del alcohol y del tabaco en el tratamiento ortodóncico. En el primero, Yuan y cols.24, no encontraron una relación directa entre la alta ingesta de alcohol y la densidad ósea; pero en el segundo, Araujo y cols.6, observaron que, de forma independiente, la nicotina o el alcohol no afectan la velocidad del MDO; sin embargo, al combinar el consumo de ambas sustancias, se altera la maduración del colágeno.
En esta revisión, la mayoría de los artículos consultados sobre tabaco, son estudios pre-clínicos, y una de las principales preocupaciones relacionadas con la experimentación en animales, es la posibilidad de extrapolar los hallazgos en torno a la clínica en humanos, ya que existen diferencias significativas entre ellos con respecto a la fisiología ósea. Además, dichos estudios implican la administración de nicotina durante diferentes períodos de tiempo, dosis, vías y la forma específica para inducir el MDO, en relación con el entorno humano; tales diferencias pueden dar lugar a distintos efectos de la nicotina sobre la farmacocinética y biodisponibilidad. Sanjay9, en sus estudios, dice que todavía no se puede determinar claramente si la exposición a la nicotina puede afectar el movimiento de los dientes en escenarios clínicos humanos, aunque hayan sido vistos en sus modelos de estudio animal. A pesar de esto, las ratas son el modelo preclínico primario para la exposición humana a la nicotina y el modelo animal estándar para estudiar los efectos del MDO.9,13
Dado que se ha informado que los dientes movidos ortodóncicamente en animales expuestos a nicotina exhiben una mayor cantidad de resorción radicular, se debe considerar la magnitud de las fuerzas utilizadas.9
A pesar de que no hay estudios que evalúen el movimiento de los dientes después del cese de las fuerzas ortodóncicas, es posible que los ortodoncistas encuentren mayor dificultad para planificar la retención en pacientes fumadores.9
Kirschneck11, indica que, en sus investigaciones animales, el uso de nicotina en el MDO, es significativamente acelerado y asociado a OIIRR no deseado; además, existe una actividad exponencial e inflamación de los osteoclastos subyacentes dentro del ligamento periodontal. Agrega en sus estudios, que, aunque la aceleración lograda por el diente durante el movimiento ortodóncico sería deseable para fines de reducir el tiempo total de tratamiento, los riesgos asociados, no compensan su uso, ya que se observan efectos secundarios severos que indican la importancia de informar a los pacientes sobre los riesgos y la necesidad de la abstinencia de nicotina durante el tratamiento de ortodoncia.
Dado a que el humo del tabaco además de la nicotina consta de numerosos componentes farmacológicamente activos, los efectos observados en el modelo animal a una determinada dosis; en un ensayo clínico, debe ser traducible a la ingesta directa de nicotina, por ejemplo, a través de un parche de nicotina, pero no debería ser adaptable a fumadores o pacientes consumidores de tabaco en general.11
En contraparte, los hallazgos del estudio de Lee13, demostraron diferencias significativas entre los grupos de ratas; sugieren que la nicotina no afecta al MDO y la remodelación ósea, aunque las fluctuaciones según el estadio del MDO con nicotina en los diferentes grupos deben ser aclarados en futuros estudios, evaluando el impacto del uso habitual de productos de tabaco.
Nociti Jr y cols., citados por Lee, revelaron que la administración diaria de nicotina puede producir efectos nocivos directos sobre los tejidos periodontales en ratas, incluidos los que no presentan periodontitis. Esto también lo corroboraron Liu y cols. -mencionados por el mismo autor- que realizaron un análisis de micro-CT y mostraron que la inyección de nicotina después de realizar ligaduras ortodóncicas en ratas con inducción de periodontitis, presentaron aumento de la pérdida de hueso alveolar, disminución de la densidad ósea y espesor trabecular de una manera dependiente de la dosis.13
El efecto del tabaco sin humo en los dientes podría causar tinción, decoloración, abrasión y desgaste. También aumenta la incidencia de caries dental y por lo tanto provoca la pérdida de dientes. Dentro de sus efectos en los tejidos gingivales y periodontales, existe un aumento de la recesión gingival con exposición de la superficie radicular, formación de bolsas periodontales, biopelícula y acumulación de cálculo que conduce a periodontitis, lo que evidentemente afecta el tratamiento ortodóncico.10
Nicholson16, reporta que existe una falta de estudios tanto in vivo como in vitro sobre el uso de cigarrillos electrónicos, necesarios para tener en cuenta los cambios en la composición química de los líquidos de los cigarrillos electrónicos al vapear. Sin embargo, hay evidencia de que la exposición de osteoblastos y los osteoclastos a la nicotina, en concentraciones elevadas, pueden reducir su viabilidad y deteriorar su función. Del mismo modo, parece que los aldehídos y las sustancias químicas aromatizantes también pueden afectar negativamente la viabilidad de los osteoblastos y su capacidad para formar tejido óseo.
Con respecto al consumo de drogas psicotrópicas, no se encontraron estudios que relacionen directamente la influencia de las mismas en el tratamiento dental ortodóncico. Sin embargo, se evidenció claramente las implicaciones bucales producidas por su consumo. En este estudio, se tomaron en cuenta las siguientes drogas ilícitas: cannabis, anfetamina, metanfetamina, éxtasis, cocaína, heroína, LSD y desomorfina.
De las manifestaciones bucales reportadas en esta investigación, las más relacionadas al tratamiento ortodóncico, son aquellas que implican el periodonto y el tejido óseo.
La evidencia científica con respecto al tejido periodontal, es controversial. Hughes y cols.19 en 2018, concluyeron que el consumo frecuente de cannabis y heroína se asocia con la enfermedad periodontal, incluyendo cambios a nivel gingival. Sin embargo, sus resultados con respecto al consumo de cocaína fueron heterogéneos. En un estudio no se mostró asociaciones con la periodontitis, pero en otro sí. Este mismo autor, menciona que las metanfetaminas y el éxtasis pudiesen tener efectos a nivel periodontal, pero como consecuencia del estilo de vida de los pacientes, y no directamente por el consumo de esta droga. También menciona que el LSD, no tiene implicaciones periodontales.
Teoh & cols.17, en 2019, en contraparte, defiende que sí existe relación directa entre el consumo de cocaína y de heroína con la enfermedad periodontal, observando periodontitis severa en los casos de consumo de heroína.
Por su parte, Mukherjee y cols.1 en 2018, en su estudio, sí encontraron una relación directa entre el consumo de metanfetaminas y la enfermedad periodontal. Chaparro y cols.3 en el mismo año, de forma general, concluyen que los individuos con dependencia a las drogas tienen una alta prevalencia de enfermedad periodontal, debido a que presentan una higiene bucal deficiente.
Por último, la osteonecrosis de los maxilares también puede ser inducida por el consumo de drogas. Sacco y cols.21, menciona que la droga ilícita más común relacionada con esta enfermedad fue la desomorfina, seguida de cocaína y metanfetamina. Los estudios de Hakobyan20 lo corroboran, mencionando el efecto antirresortivo de la desomorfina.