Objetivo: identificar el grado de consciencia de bruxismo que tuvo la población de una colonia de la ciudad de Tepic, Nayarit, los signos y síntomas que presentaron antes y durante la pandemia por Covid 19 y el tratamiento que llegaron a recibir. Material y método: El universo de estudio fue de 368 individuos, la muestra fue tomada a conveniencia. Se aplicó un cuestionario de autoreporte en el que se destacan los principales signos y síntomas de bruxismo dormido y despierto. Resultados: Se encontró que el 81.5% de los participantes no conocen el bruxismo, aun cuando el 40.7% del total, aprieta los dientes en algún momento del día, lo que resultó en una relación significativa Chi2= 0.037, P<0.05. Los participantes durante el aislamiento por covid-19 notaron de novo: 3.7% rechinar los dientes, 11.1% aprietan, 9.3% presentó dolor muscular y 9.3% presentó fatiga facial. Conclusión: un alto porcentaje de los participantes no identifican el bruxismo, aun presentando la sintomatología, de manera tal, que desconocen estar ante una posible enfermedad que puede ser tratada para evitar mayor daño. Al menos en esta pequeña población, no se encontró relación entre el aislamiento por covid 19 y el inicio de signos y síntomas de bruxismo.
Palabras clave: Bruxismo, Covid 19, signos y síntomas.
Objective: to identify the degree of awareness of bruxism that the population of a neighborhood in the city of Tepic, Nayarit had, the signs and symptoms they presented before and during the Covid 19 pandemic, and the treatment they received. Material and method: The universe of study was 368 individuals, the sample was taken at convenience. A self-report questionnaire was applied in which the main signs and symptoms of sleeping and awake bruxism are highlighted. Results: It was found that 81.5% of the participants do not know about bruxism, even though 40.7% of the total clench their teeth at some point during the day, which resulted in a significant relationship Chi2= 0.037, P<0.05. Participants during covid-19 isolation noted de novo: 3.7% teeth grinding, 11.1% clenching, 9.3% muscle pain, and 9.3% facial fatigue. Conclusion: a high percentage of the participants do not identify bruxism, even presenting the symptoms, in such a way that they are unaware that they are facing a possible disease that can be treated to avoid further damage. At least in this small population, no relationship has been found between isolation due to covid 19 and the onset of signs and symptoms of bruxism.
Key words: Bruxism, Covid 19, signs and symptoms.
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Mientras las infecciones por el virus SARS CoV-2 seguían apareciendo y el virus mutando, trajo como consecuencia la aparición de nuevas variantes; esto aisló a la población una y otra vez, intentando evitar la propagación del virus y más contagios. Esta situación fue determinante para que muchas personas entrasen en estados de depresión o ansiedad ante la incertidumbre y la falta de control de la situación.
El bruxismo es un hábito nocivo que consiste en el apretamiento y rechinamiento de los dientes, por una actividad muscular aumentada. Aunque no hay una etiología bien definida, por años se ha relacionado fuertemente con situaciones de estrés que llevan a modificaciones fisiológicas en el aparato estomatognático.
Según un Consenso Internacional para Definir y Clasificar el Bruxismo, éste es la actividad repetitiva de los músculos de la mandíbula, caracterizada por apretar o rechinar los dientes y/o por refuerzo o empuje de la mandíbula.1
Todo lo que pueda producir sobrecarga muscular repetitiva como la oclusión traumática y hábitos parafuncionales como el bruxismo, pueden ocasionar desórdenes funcionales a este nivel conocidos como Disfunción Temporomandibular.2,3,4,5
La Academia Americana de Prostodoncia considera además de los signos y síntomas anteriores, al movimiento muscular rítmico, espasmódico e involuntario, sin una función masticatoria como tal, el cual puede conducir al trauma oclusal.6
El bruxismo se puede manifestar en dos momentos del día y por tanto aparecerán signos, síntomas y características diferentes.1,7,8
El objetivo de este estudio fue identificar cómo percibía al bruxismo la población de una colonia de la ciudad de Tepic, Nayarit, los signos y síntomas que presentaron antes y durante la pandemia por Covid 19.
Castellanos tomando en referencia a Macaluso, habla del Bruxismo del Sueño (BS) como un desorden neuromuscular en los ciclos del sueño, o parasomnia, que incrementa el número de microdespertares y éstos a su vez aumentar el número e intensidad de los movimientos rítmicos mandibulares que se presentan en esta etapa del proceso del sueño, causando o no sintomatología muscular, articular o dental.9,10 Otros autores consideran además movimientos no rítmicos (fase tónica) y no lo identifican como un trastorno del movimiento ni del sueño en personas sanas.10,11 En estudios recientes, se monitorearon los niveles de actividad de BS y se demostró un patrón temporal asociado con eventos estresantes; es decir, se concluyó que el estrés emocional es un factor que parece influenciar la actividad del bruxismo.12,13
El consenso, definió el bruxismo despierto (BD) como una actividad muscular masticatoria durante la vigilia que se caracteriza por un contacto dental repetitivo o sostenido y/o por refuerzo o empuje de la mandíbula y no es un trastorno del movimiento en individuos por lo demás sanos.11 El diagnóstico de BD es poco frecuente, ya que muchas de las personas que lo padecen no son conscientes de éste, aun cuando la fuerza de mordida en personas que exhiben actividad parafuncional puede ser hasta 6 veces mayor que en aquellas sin hábitos parafuncionales.14 Los pacientes con sospechado BD, se relacionan fuertemente con una razón de estrés.15 Castellanos concuerda, al decir que el BD tiene como posibilidad los estados de alteración psicológica y psicótica, mientras que en el caso de BS podría tratarse de un trastorno neuromotor o de mecanismo alterados de la neuroplasticidad.9
Para el diagnóstico, los expertos proponen los siguientes parámetros:
Posible bruxismo: durante el sueño/vigilia se basa únicamente en el autoinforme (AI).
Probable bruxismo: durante el sueño/vigilia en el AI más la inspección clínica.
Bruxismo del sueño: definido en AI, inspección clínica más polisomnografía (preferiblemente combinada con grabaciones de audio/video).
Bruxismo despierto: definido en AI, inspección clínica más electromiografía (preferiblemente combinado con evaluación momentánea ecológica/metodología de muestreo de experiencia).11
En múltiples estudios se ha visto la presencia del AI como parte fundamental del diagnóstico.1,8,11,16,17
En diciembre de 2019, apareció una nueva neumonía por coronavirus (COVID-19) en Wuhan, provincia de Hubei, China; luego se extendió rápidamente a la mayoría de las provincias de China, así como a muchos otros países, como Irán, Corea e Italia, mostrando una tendencia de brote. 18 Posteriormente, el virus del SARS-CoV-2 se extendió a todo el mundo, denominándose el fenómeno como pandemia.
A la fecha, según la Organización Mundial de la Salud, se ha transitado por 5 variantes del SARS-CoV-2, las cuales fueron denominadas: alfa, beta, gamma, delta y ómicron. La necesidad de denominación ha venido en razón de cambios en los siguientes parámetros: virulencia, transmisibilidad, presentación clínica de la enfermedad, disminución en la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los medios de diagnóstico, las vacunas y los tratamientos disponibles.19
Para febrero del 2022, en Nayarit hubo 56,863 casos de covid-19 y 3,082 muertes, con un promedio de 240 casos nuevos por semana.20
Es innegable que el aislamiento para evitar los contagios, ha sido una forma de frenar el estilo de vida apresurado que se tenía antes de la pandemia, lo cual para algunas personas al inicio fue relajante y placentero, pero el encierro, al cabo de un tiempo empezó a traer consigo desesperación, frustración, incertidumbre, entre otros muchos sentimientos negativos para la mayoría de la población tanto a nivel local como mundial.
Estudio de tipo transversal, descriptivo, en una población aproximada de 638 personas, que vivían en la colonia periodistas de la ciudad de Tepic, Nayarit, a finales del año 2021. Se entrevistaron 54 personas de entre 16 y 69 años. Se realizó un muestreo a conveniencia a causa de la dificultad para encontrar a las personas en sus domicilios o la falta de interés de éstas para participar en el estudio, ya que a raíz de la pandemia por covid- 19, muchas personas temen ponerse en riesgo.
Se hicieron únicamente preguntas, en autoreporte con un lenguaje sencillo y dirigidas a identificar los signos y síntomas de bruxismo, como:
Las respuestas en general fueron dicotómicas, siendo las opciones si/no en las primeras 10 preguntas, mientras que en las preguntas 2 y 10 además se agregaron las opciones despierto/dormido.
También se les pidió que respondieran si habían percibido cada uno de los signos y síntomas positivos desde antes de iniciada la pandemia o durante la pandemia.
Los datos fueron capturados en el programa Microsoft Excel y luego analizados en el programa SPSS, versión 25. Para relacionar las variables se utilizó la prueba de Chi2, se tomó en cuenta un valor de P del 0,05.
Ninguno de los procedimientos atentó contra la integridad física o psicológica de los entrevistados, sino que se fueron de acuerdo a las normas éticas de la declaración de Helsinki de 1983.
Se analizaron los datos de 54 personas, 16 (29.6%) del género masculino y 38 (70.4%) del femenino. Se consideró en este estudio como probable bruxista a todo participante que además de apretar y/o rechinar los dientes, presentara 2 o más síntomas asociados, ya sea dolor muscular, chasquido, dolor de cabeza, desgaste, sensibilidad dental, fatiga facial o luxación.
Del total de los participantes, el 81.5% no conoce lo que es el bruxismo, aun cuando se encontraron datos de probable bruxismo en 22 personas (40.7%). Al relacionar las variables sabe qué es el bruxismo y probable bruxismo se obtuvo un X2 de 0.037, lo que indica que están relacionadas ambas variables y confirma la falta de conciencia de la enfermedad por parte de los participantes, aun cuando pudieran estar padeciéndola (figura 1).
Se ha encontrado una relación significativa entre el probable bruxismo y el tratamiento que llevan los participantes, obteniendo un X2 de 0.007, lo que nos indica que los participantes al ignorar sus síntomas, también ignoran la necesidad de llevar algún tipo de tratamiento.
En general no se ha encontrado relación entre el aislamiento por covid 19 y el inicio de signos y síntomas de bruxismo en este grupo de participantes, pues solamente 11.1% aprieta, 9.3% presentó dolor muscular, 9.3% presenta fatiga facial y 3.7% empezó a rechinar los dientes a partir de la pandemia. (figura 2)
Goldstein afirma que gran parte de la actividad parafuncional no va acompañada de ruido, lo que puede dificultar la autoconciencia. Esto probablemente resulte en un subregistro y, por lo tanto, en una amplia variación en la frecuencia del bruxismo AI, tanto durante el sueño como durante la vigilia,14 lo que puede llegar a generar grandes problemas en su salud oral, como facetas desgastadas, dientes fracturados y restauraciones, líneas de grietas, lesiones por abfracción y, en última instancia, pérdida de dientes. Los resultados arrojados por este trabajo de investigación concuerdan con los de Goldstein, pues indican un desconocimiento de la existencia de la afección por parte de los participantes y una alta prevalencia de datos positivos a “probable bruxismo”, así como la baja frecuencia de tratamiento. Hernández Reyes et al, aseguran que es muy difícil de identificar el bruxismo en los estadios tempranos, debido a que los pacientes desconocen su significado y su efecto,21 mientras Díaz Gómez et al, sugieren que el 100% de la población puede bruxar en algún momento de su vida.22
Amorim et al, aseveran que, aunque existe cierto sustento de la asociación entre bruxismo, dolor, cambio en la calidad del sueño y salud oral; la ansiedad, el estrés y la depresión se ha proporcionado, sigue siendo un tema controvertido. Si bien el bruxismo puede desencadenar estos síntomas, también puede ser generado por ellos.23 De igual forma, en este trabajo no es posible asegurar que haya una franca relación entre el estrés y la ansiedad generados por la pandemia y el probable bruxismo entre la población encuestada.
González Villalobos asegura que el bruxismo se presenta como acompañante del cuadro clínico de múltiples enfermedades sistémicas, por lo que, más que buscar la cura para el bruxismo, hay que tratar de identificar la patología que está ocasionando la parafunción.
Emodi- Perlman et al, en cambio, al hacer encuestas anónimas a personas de Israel y Polonia, mostraron que la pandemia de coronavirus ha causado efectos adversos significativos en el estado psicoemocional de las poblaciones tanto israelí como polaca, lo que ha resultado en la intensificación de sus síntomas de bruxismo y trastorno temporomandibular.24 Las diferencias entre sus resultados y los de esta investigación radican muy probablemente en el número de participantes, el momento de generar las encuestas, así como los lugares en que fueron levantadas las mismas.
La presencia del bruxismo en la sociedad es innegable, las personas, sepan o no la sintomatología, la padezcan actualmente o la hayan vivido alguna vez, deben ser acercadas al conocimiento de esta singular parafunción, que, si bien aún la etiología es incierta, existen varias técnicas preventivas para encararla. Una buena anamnesis, trabajo multidisciplinario y, además, el estudio de patologías que llegan a cursar con bruxismo son imprescindibles para poder ayudar a nuestros pacientes.