El presente artículo es una recopilación bibliográfica donde se habla de la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2 que ha dejado estragos a diversos niveles en todo el mundo y el uso del enjuague bucal como medio para contener la propagación en el ambiente clínico-odontológico. Hablando de la virulencia y el mecanismo de transmisión resulta interesante hablar del riesgo de contagio que existe durante la consulta odontológica por infecciones cruzadas, carga viral y proximidad entre paciente y operador. Se ha reconocido la necesidad de implementar protocolos donde se implementen colutorios que disminuyan la carga viral y con ella disminuir el riesgo de transmisión de virus y propagación de la enfermedad. Por lo que se pretende conocer el abordaje del uso de enjuagues bucales relacionado con su efectividad como profilácticos en la actividad viricida, para reducir la carga de microrganismos diseminados por medio de aerosoles, generado a través de procedimientos dentales y a su vez disminuir la trasmisión de la infección. Por lo que el propósito de esta revisión es recopilar la información existente en los últimos años sobre los criterios para el uso de enjuagues bucales en la practica dental, que pueden coadyuvar en la necesidad de prevención de los odontólogos a nivel mundial.
Palabras clave: Enjuagues bucales, SARS-CoV-2, protocolo.
This article is a bibliographic compilation that discusses the SARS-CoV-2 health emergency that has wreaked havoc at various levels around the world and the use of mouthwash as a means of containing its spread in the clinical-dental environment. Speaking of virulence and the mechanism of transmission, it is interesting to talk about the risk of contagion that exists during the dental office due to cross-infection, viral load and proximity between patient and operator. It has been recognized the need to implement protocols where mouthwashes are implemented to reduce the viral load and with this reduce the risk of virus transmission and spread of the disease. Therefore, it is intended to know the approach to the use of mouthwashes related to their effectiveness as prophylactics in the viricidal activity, to reduce the load of microorganisms disseminated through aerosols, generated through dental procedures and in turn reduce the transmission of infection. Therefore, the purpose of this review is to compile the existing information in recent years on the criteria for the use of mouthwashes in dental practice, which can contribute to the need for prevention of dentists worldwide.
Key words: Mouthwashes, SARS-CoV-2, protocol.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en diciembre de 2019 el descubrimiento de un nuevo coronavirus, llamándole finalmente COVID-19. Los sintomas clínicos del COVID-19 son tos, fiebre, falta de aire, dolor muscular, irritación de la garganta, confusión, dolor en el pecho, dolor de cabeza, diarrea, rinorrea, náuseas y vómitos, entre otros. La vía de transmisión del SARS-CoV-2 de humano a humano puede ser directa por medio de la tos, estornudos y la inhalación de gotitas de saliva, o transmisión por contacto como el contacto ocular, saliva y membranas mucosas de ojos o nariz. (1)
Actualmente, se ha expandido por todo el mundo; y representa alerta para el ámbito médico, y en particular el odontológico el cual es un profesional con una alta probabilidad de contagio por el área de abordaje y la carga viral SARS CoV-2 detectada en la saliva de los pacientes infectados. (2)
En el presente artículo se obtiene una recopilación literaria de artículos científicos vía internet de temas relacionados a enjuagues bucales, NOM-013-SSA2-2015, relación de la saliva con el COVID, enjuagues orales más recomendados y su efectividad sobre la carga viral.
El SARS-CoV2 ha demostrado al menos 3 rutas a través de las cuales se hace presente en la saliva;en una se transporta desde las vías respiratorias altas y bajas a través de gotículas del líquido hacia la cavidad oral, también puede ser acarreado por la sangre y fluir en el líquido crevicular gingival, y por último al estar presente en los fluidos de una infección en los conductos salivales (3), ya que se ha comprobado que las glándulas salivales son reservorios por expresar una gran cantidad de receptores ACE-2, el cual tiene gran afinidad al COVID-19. (4)
En la actualidad el SARS-Cov2 ha sido uno de los mayores desafíos pandémicos para el mundo, especialmente para la salud dental. En este aspecto el odontólogo tiene una mayor probabilidad de contagio, así que el papel fundamental es la protección, ya que se dedica minuciosamente a trabajar con la cavidad bucal de los pacientes, por lo tanto, estamos en contacto con fluidos salivales que pueden ser riesgosos en la consulta odontológica, los enjuagues bucales pueden ser muy importantes y efectivos en nuestra vida diaria como manera preventiva antes este y otros virus. (5)
La saliva juega un papel fundamental en la transmisión del COVID-19; por lo que los enjuagues bucales podrían ser parte crucial para mejorar las estrategias efectivas de prevención. (6)
Una persona normal produce 600mL de saliva al día. Está compuesta principalmente por agua (94-99%), con moléculas orgánicas que representan el 0,5% y moléculas inorgánicas el 0,2%. Tiene las funciones de lubricar la mucosa bucal, digerir los alimentos y limpiar y proteger la cavidad bucal Las infecciones virales suelen estar asociadas a la inflamación de la glándula salival inducida por la infección. (7)
La expresión de ACE-II en humanos se ha identificado en la lámina basal del epitelio de la mucosa oral, así como también en el epitelio de la lengua y piso de boca, esto parece corresponder con la presencia de niveles mayores del virus en la cavidad oral y la orofaringe que en la nasofaringe, lo cual permite sugerir que la liberación del virus es eficiente en la saliva, aunque la saliva total contiene secreciones que provienen del tracto respiratorio, del líquido crevicular y de las glándulas salivales, por lo cual se podría presumir que el origen de las partículas virales detectadas con las pruebas de laboratorio pudieran tener un origen oral cuestionable, sin embargo, se ha detectado el SARS-CoV-2 en muestras de saliva en pacientes sin fiebre y con carga viral alta desde los primeros días después de la infección. (8) Se ha descubierto que la saliva oral contiene un alto rendimiento de virus, lo que sugiere que las glándulas salivales son lugares de proliferación activa de este virus. Además, la xerostomía y la pérdida del gusto pueden asociarse a la disfunción de las glándulas salivales asociada a COVID-19. (7)
Los biomarcadores basados en la saliva son útiles en el diagnóstico de varias infecciones víricas. En el caso de COVID-19, la alteración de las secreciones de las glándulas salivales se asocia a menudo con xerostomía y pérdida del gusto. (7)
En la saliva, puede estudiarse el virus en su estado replicativo, porque es la fuente detectada más viable de transmisión, así mismo la difusión por medio de las gotas del tracto respiratorio una vez que el paciente tose, estornuda o habla en voz alta son fuentes de propagación durante la consulta odontológica, (6) y el uso de instrumentos que general aerosoles incrementa la propagación de las particulas con contenido infeccioso.
El empleo de las medidas universales de bioseguridad representa un elemento de importancia ya que protege al personal con actividad odontológica de potenciales riesgos biológicos, además el desarrollo de barreras antifluidos eficientes incrementa en gran medida la misma, y en conjunto proveen un ambiente laboral más seguro. Sin embargo, debido a la trascendencia y la necesidad de controlar la reciente infección, es recomendable apegarse a todas las estrategias disponibles.
Otro de los elementos importantes para lograr dicho objetivo, es la utilización de antisépticos orales, de forma que, si el paciente será expuesto a tratamientos dentales, es necesario que se realice enjuagues bucales antimicrobianos, con el objetivo de lograr bajar la posible carga viral y bacteriana en la cavidad bucal. (6) Dados los hechos acontecidos durante los últimos años, es imperativo detener la transmisión de Covid-19 en el consultorio dental para la seguridad de los profesionistas y de los mismos pacientes, así como y otras enfermedades que se adquieren por la misma vía de transmisión.
Para la vida cotidiana, el uso de cubrebocas se volvió un protocolo de protección eficaz y aceptado por la población, en el consultorio odontológico evidentemente es una barrera que no es viable, pues el acceso a dicha cavidad es la base del tratamiento, pero existen barreras físicas y químicas de las cuales hechar mano.
Se ha demostrado que el uso de enjuagues bucales es eficaz para reducir los recuentos microbianos en la cavidad bucal. En consecuencia, los enjuagues bucales previos al procedimiento se utilizan para disminuir la cantidad de microorganismos en los aerosoles, lo que ayuda a reducir el riesgo de contaminación en el consultorio dental. (9)
En México, la NOM-013-SSA2-2015 especifica que para la prevención y control de enfermedades bucales, todo paciente sin excepción debe considerarse potencialmente infeccioso, se debe evitar la transmisión de microorganismos de una persona a otra, y establece las estrategias para este fin. Dentro de las medidas básicas para prevención de riesgos, tanto en la práctica institucional, educativa, educativa como privada, se deben desempeñar las actividades de forma segura previniendo riesgos de tipo biológico, químico, físico y posturales. (1) Y esta misma señala que el paciente debe emplear un enjuague bucal con antiséptico desde la revisión y antes de realizar cualquier procedimiento odontológico. (10)
La misma Norma oficial, dicta que se debe solicitar y observar que el paciente realice enjuagues bucales antes de iniciar cualquier procedimiento odontológico. (10)
Los enjuagues bucales son soluciones que pueden contener en su formulación agua, agentes antimicrobianos, sales, conservantes, alcohol y peróxido de hidrógeno y constituyen una herramienta en la prevención, control de caries y enfermedades periodontales. (11)
Se ha demostrado que el uso de enjuagues bucales es eficaz para reducir los recuentos microbianos en la cavidad bucal. En consecuencia, los enjuagues bucales previos al procedimiento tienen el objetivo de disminuir la cantidad de microorganismos en los aerosoles generados por la atención profesional, lo que ayuda a reducir el riesgo de contaminación en el consultorio dental y asi las probabilidades de infecciones cruzadas. (9, 12)
Debido a la propagación del COVID-19, se han diseñado protocolos de atención odontológica para poder controlar esta pandemia. Se sabe que una de las principales formas de ingreso del SARS-CoV-2 a nuestro organismo es a través de la cavidad bucal, por eso que se considera importante fomentar el uso de enjuagues bucales preoperatorios durante la consulta odontológica para reducir la carga viral en boca y así prevenir la propagación de este virus entre el paciente y el operador. (13)
Diversas asociaciones relacionadas a la profesión odontológica dictaron guías de atención durante la temporada de pandemia, en las cuales se hace hincapié a realizar una selección estricta de los procedimientos a realizar durante los periodos más criticos de la contingencia sanitaria, así como una valoración informada de los pacientes que lo solicitan. La Asociación Dental Americana (ADA), emitió una serie de recomendaciones encaminadas dichos propósitos, y enfatizó el uso de enjuagues bucales previos los procedimientos operatorios. (14)
Se han realizado estudios con virus similares y en tratamientos experimentales, buscando el control de la carga viral en la cavidad bucal. (15) Entre los enjuagues bucales más usados con actividad contra coronavirus humanos se encuentran: la povidona yodada y el dióxido de cloro. Por otra parte, entre los menos usados por su baja evidencia científica contra estos virus se pueden mencionar el peróxido de hidrógeno y la clorhexidina. Asimismo, algunos protocolos sugieren el uso combinado.
Los protocolos actuales de prevención de COVID-19 en la atención hospitalaria, especialmente en el área de la odontología recomiendan estos enjuagues bucales con el objetivo de minimizar la carga viral en la boca de los pacientes con COVID-19 y disminuir el riesgo de propagación del virus por la saliva o emisiones de aerosoles. (15)
El enjuague bucal más utilizado es la clorhexidina (CHX) en la consulta odontológica, sin embargo, se ha visto que no es tan efectivo contra el SARS-Cov2, ya que el virus es susceptible a la oxidación, por lo cual se puede sugerir utilizar colutorios bucales que contengan agentes oxidantes. (6)
Según las revisiones bibliográficas revisadas, la norma NOM-013-SSA2-2015 establece que el odontólogo debe considerar sin excepción alguna a todo paciente como potencialmente infeccioso, por lo cual se debe evitar la transmisión de microorganismos de una persona a otra, implementando medidas de seguridad y preventivas en el área. También establece el uso de enjuagues preoperatorios con fines de mejorar las condiciones de control de infecciones.
Se ha comprobado que los enjuagues bucales reducen eficazmente recuentos microbianos en la cavidad bucal.
El enjuague bucal de mayor eficacia es la Yodopovidona cuando se usa como enjuague bucal al 0.23% durante 15 segundos, lo que reduce la actividad viral en un 99.99%.
Se considera por lo tanto de importancia fomentar el uso de colutorios preoperatorios durante la consulta odontológica para reducir la carga viral en boca y así prevenir la propagación de SARS-CoV-2 entre paciente y operador.
La clorhexidina a pesar de ser el enjuague bucal más utilizado en la consulta odontológica ha demostrado no ser tan efectivo contra el SARS-CoV-2.