Introduction: The absence of anterior teeth can cause anterior diastema and tilting of adjacent teeth, in children and adolescents this can affect the growth and development of the jaws, generating an environment prone to the development of a dentomaxillary anomaly (ADM) or aggravate a pre-existing one. In the presence of ADM in the transverse plane, early detection and action can simplify later stages of treatment. Case report: 21-year-old patient with transverse maxillary compression and loss of upper central incisors due to dentoalveolar trauma (TDA). Comprehensive treatment was performed including rapid maxillary expansion with a Moon type skeletal disjunctor and fixed orthodontics, followed by oral rehabilitation and implantology. Discussion: Transverse malocclusions are common but often overlooked in favor of sagittal and vertical anomalies. Performing orthodontic treatment without considering anomalies in the transverse plane brings consequences such as increased molar torque. Conclusion: Interdisciplinary planning and an accurate diagnosis were essential for successful treatment, allowing correction of the transverse maxillary compression and rehabilitation of the patient's function and esthetics.
Palabras clave: Dentomaxillary anomaly, dentoalveolar trauma, maxillary compression.
Introducción: La ausencia de los dientes anteriores puede provocar diastema anterior y la inclinación de los dientes adyacentes, en niños y adolescentes esto puede afectar el crecimiento y desarrollo de los maxilares, generando un ambiente propenso para que se desarrolle una anomalía dentomaxilar (ADM) o bien se agrave una preexistente. En la presencia de ADM en el plano transversal la detección y acción temprana puede simplificar etapas posteriores de tratamiento. Reporte de caso: Paciente de 21 años con compresión maxilar transversal y pérdida de incisivos centrales superiores debido a traumatismo dentoalveolar (TDA). Se realizó un tratamiento integral que incluyó la expansión rápida maxilar con un disyuntor esqueletal tipo Moon y la ortodoncia fija, seguido de rehabilitación oral e implantología. Discusión: Las maloclusiones transversales son comunes, pero a menudo se pasan por alto en favor de las anomalías sagitales y verticales. Realizar un tratamiento ortodóncico sin considerar las anomalías en el plano transversal trae consecuencias como el torque aumentado de los molares. Conclusión: La planificación interdisciplinaria y un diagnóstico preciso fueron esenciales para el tratamiento exitoso, permitiendo corregir la compresión maxilar transversal y rehabilitar la función y estética del paciente.
Key words: Anomalía dentomaxilar, traumatismo dentoalveolar, compresión maxilar.
Autor correspondiente: Teresita Barahona Ossa, [[email protected]], Las Vizcachas 8789, Las Condes. Santiago, Chile.
Este estudio cumple con los criterios éticos y consentimiento informados correspondientes de la paciente en cuestión.
Los tratamientos de ortodoncia son complejos y variados, un paciente puede presentar distintas anomalías dentomaxilares al mismo tiempo. Por otro lado, pérdidas dentarias como agenesias o traumatismos dentoalveolar (TDA) pueden originar problemas de salud, sociales, económicos y profesionales (1,2). El TDA es la segunda enfermedad más crítica después de las lesiones cariosas que causan defectos permanentes de la dentición en los niños. Se definen como daño agudo en los tejidos duros, la pulpa o el periodonto del diente por la acción de fuerzas externas repentinas (3).
Los incisivos centrales superiores son los dientes más afectados en un porcentaje del 84% (4). La ausencia prolongada de los dientes anteriores puede provocar diastema anterior y la inclinación de los dientes adyacentes, lo que afectará las funciones masticatorias y fonéticas, así como el crecimiento y desarrollo de los maxilares, agravando así la dificultad del tratamiento (5). Para el tratamiento del paciente normalmente sería mejor tratar primero la anomalía esquelética transversal antes que otras anomalías esqueletales o dentarias (6).
El abordaje de cualquier anomalía dentomaxilar se debe realizar de forma temprana idealmente, en la infancia de los pacientes ya que su progresión sin una apropiada intervención puede llevar al establecimiento de una maloclusión tanto dentaria como esqueletal. (7). Una intervención tardía requiere del apoyo de un tratamiento más elaborado e invasivo (8).
En la presencia de anomalías dentomaxilares en el plano transversal la detección y acción temprana puede simplificar etapas posteriores. Existe una variedad de tratamientos para la compresión maxilar, dentro de estos tenemos la expansión rápida (RPE), expansión rápida asistida por microtornillos (MARPE) y expansión rápida asistida quirúrgicamente (SARPE). La indicación de estos es dependiente de la etapa de crecimiento, grado de maduración de la sutura palatina media y del diagnóstico sagital, transversal y vertical del paciente (9–11).
Existe una variación del clásico MARPE el cual se denomina MSE creado por el Dr. Won Moon (12), al ser un aparato fijado mediante minitornillos, es posible indicarlo en pacientes adultos o que ya terminaron su etapa de crecimiento. Este, ofrece resultados sin efectos indeseables como la inclinación de los molares o daños en la tabla ósea vestibular (13–15).
Según Lana Peixoto las anomalías dentomaxilares tanto esqueletales como dentarias, requieren una resolución en conjunto a un equipo multidisciplinario de ortodoncia, rehabilitación, implantología, periodoncia, entre otros, para lograr resultados óptimos. (1)
En este reporte de caso se presentará la resolución integral de una paciente con compresión maxilar transversal e historia de pérdida de los incisivos centrales superiores por TDA.
Mujer de 21 años acude para continuar su tratamiento de ortodoncia, principal característica, pérdida de incisivos centrales superiores por trauma dentoalveolar cuando tenía 11 años en un accidente que termina en la avulsión completa de ambos incisivos centrales superiores, se realizó una reimplantación no inmediata. Se mantuvo estable hasta los 17 años donde ocurre una fractura de las raíces que terminó en extracción de ambos incisivos.
Paciente llega con ortodoncia fija y provisorios de pza 1.1 y 2.1. Se realizó un examen clínico y se obtuvieron registros de ortodoncia, incluidas radiografías laterales del cráneo y tomografía computarizada de haz cónico (CBCT).
 
  	Paciente sana sistémicamente, sin contraindicaciones para el tratamiento de ortodoncia ni problemas periodontales, braquifacial moderado, clase II esqueletal leve, perfil levemente cóncavo asociado a anteposición de la cabeza, mordida abierta anterior. bruxismo autorreportado, sintomatología dolorosa en músculos masticatorios bilaterales, compresión maxilar (medida con CAC: 6mm), desgastes en cúspides de molares, desviación de línea media superior a la izquierda.
Mordida cruzada lado derecho, overjet en norma (1.5 mm) y overbite disminuido (0 mm), línea media superior desviada a la izquierda e inferior centrada. En la cefalometría se observa proinclinación de incisivos tanto superior como inferior. En panorámica se observa dientes 1.2, 2.2 y 1.6 tratados endodónticamente.
Se realiza el retiro de la ortodoncia previa, se dejó de 3 a 3 superior por provisorios de 1.1 y 2.1. Como parte del procedimiento rehabilitación, se deriva a cirugía de injerto de encía periodontal en la zona de pza 1.1 y 2.1.
Se inicia el tratamiento de ortodoncia con una expansión maxilar mediante un disyuntor esqueletal tipo moon (con bandas en primeros molares superiores), tornillo de expansión de 10mm. La instalación se realizó con anestesia infiltrativa palatina ¾ de 1 tubo lidocaína al 2% con vasoconstrictor. Posteriormente se cementó con vidrio ionómero autocurable y se insertaron los 4 tornillos corticales de 11mm, 1.8mm de diámetro con motor inalámbrico (40rpm y 30 Torque). La expansión se realizó con un protocolo de dos vueltas diarias por 25 días, cada vuelta es de 0.13mm dando un total de 6.5mm de disyunción. Posterior a esos 25 días se selló el tornillo para dejar un periodo de estabilización de 4 meses dando un tiempo total de tratamiento: 5 meses.
Con la expansión superior lista se realiza instalación de aparatología fija con técnica MBT, instalación inferior de 3.7 a 4.7, posteriormente el retiro del disyuntor superior y se realiza instalación superior. En 2 meses se cambió arco a 16x22 superior termoactivo y niti 18 inferior. Al mes siguiente se instalan botones linguales en 4.4 y 4.5 para el uso de elásticos tipo BILL en criss-cross con piezas 1.4 y 1.5 acompañado de leve stripping con fresa entre piezas 1.3/1.4, 1.4/1.5 y 1.5/1.6. Meses después se refuerza provisorio de pza 1.1 a pza 1.2 por desalojo, se deriva a rehabilitador y se realizan nuevos provisorios para las piezas 1.1 y 2.1.
Ya para finalizar se retira la ortodoncia en superior y se siguen en inferior con arco 19x25, al mes siguiente se comienza con cadenas de 3 a 3 inferior y tie back 4.6 y 3.7 y se agregan elásticos bilaterales de 6 a 3. Esto se mantiene por 2 meses y finalmente se realiza retiro de aparatología fija inferior, se chequean contactos y se cita en 1 mes. Se realizó retenedor fijo inferior y removible superior, se dieron indicaciones de uso. Dando un total de 17 controles de ortodoncia, En un total de 19 meses de tratamiento de ortodoncia fija. Posterior a término de tratamiento de ortodoncia se deriva a rehabilitación oral e implantología para la realización de los implantes de piezas 1.1 y 2.2 y tratamiento de estética dental.
En este artículo de revisión abordamos algunos de los desafíos más comunes asociados con el diagnóstico y tratamiento de las maloclusiones. Es importante en todos los casos tener un diagnóstico claro y un plan de tratamiento detallado. En este reporte la paciente, quien ya estaba en tratamiento ortodóncico, requiere un diagnóstico preciso de las anomalías esqueléticas para planificar adecuadamente el tratamiento. Las maloclusiones transversales son comunes en la población, pero a menudo se pasan por alto en favor de las anomalías sagitales y verticales. Sin embargo, en muchos casos, es preferible intervenir en el plano transversal antes que en los otros planos del espacio, los problemas transversales no resueltos a tiempo pueden resultar en una asimetría mandibular permanente (6).
En este reporte, el tratamiento ortodóncico previo no diagnosticó ni trató la anomalía dentomaxilar existente. Al realizarse la ortodoncia sin considerar la compresión maxilar esquelética de la paciente, está presentaba un torque aumentado de las piezas dentarias que provocaba una mordida abierta anterior, una mordida cruzada en el lado derecho compensada por la inclinación aumentada de las piezas dentarias y la pérdida total del engranaje dental.
Cabe destacar que los dispositivos de expansión ejercen una rápida fuerza transversal sobre el paladar, la sutura palatina media se rompe y se separa, lo que lleva a una mayor actividad celular en esa área que induce la remodelación ósea. Los aparatos RPE, por diseño, transmiten las fuerzas de expansión a través de los dientes, la flexión del hueso alveolar y la inclinación dental son inevitables, En cambio el dispositivo MSE creado por el Dr Won Moon es una variación del clásico MARPE. Fue creado específicamente para producir una expansión paralela, buscando un anclaje en la parte posterior del hueso palatino en una manera bicortical, generando menos efectos adversos a nivel dentoalveolar (14).
Es esencial planificar con exactitud las opciones de tratamiento y rehabilitación a largo plazo. El éxito en el manejo del TDA requiere la colaboración de un equipo interdisciplinario para lograr resultados óptimos en términos estéticos, funcionales y oclusales. En este contexto, en el campo de la ortodoncia, es crucial llevar a cabo un diagnóstico minucioso para identificar cualquier anomalía dentomaxilar que pueda complicar la futura rehabilitación protésica (9).
Una vez la paciente llegó a la clínica, se realizó un diagnóstico y un plan de tratamiento integral. Con nuevos provisorios y el uso de un expansor esquelético, al finalizar la expansión esquelética se identificó una mordida en tijera en el lado derecho, indicando el torque aumentado de las piezas dentarias. Solucionado el problema esquelético con el disyuntor tipo moon, el tratamiento ortodóncico se simplificó, logrando finalmente una mordida clase I, alineación, nivelación, engranaje correcto y los resultados estéticos deseados sin necesidad de derivar aún al rehabilitador oral para la realización de implantes.
La colaboración interdisciplinaria y un diagnóstico preciso resultaron fundamentales para el manejo eficaz del caso. La planificación del tratamiento, basada en la expansión maxilar rápida mediante un disyuntor esqueletal tipo Moon, ortodoncia fija y posterior rehabilitación oral con implantología, permitió abordar de manera integral la compresión maxilar transversal y la pérdida de incisivos centrales superiores. La consideración de las anomalías en el plano transversal fue crucial para evitar consecuencias biomecánicas adversas, como el aumento del torque molar. Estos hallazgos subrayan la importancia de una evaluación exhaustiva y un enfoque multidisciplinario en el tratamiento de maloclusiones complejas.